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Salvador Arpa solicita a la Diputación de Valladolid que destine el remanente de 11 millones del 2012 a la creación de planes de empleo

El principal problema que tiene la provincia de Valladolid es el paro, y la Diputación debe realizar todos los esfuerzos para paliar dicha lacra en la medida de sus posibilidades y  es por lo que Izquierda Unida solicita que la Diputación destine el remanente de la Liquidación del Presupuesto Provincial de 2012 para planes socio-laborales de empleo, destinados a los municipios con el objetivo de que estos puedan contratar al mayor número de personas desempleadas.

Y así mismo invitar a los ayuntamientos de la provincia a que, en caso de haber obtenido en la liquidación de su presupuesto del 2012 un remanente positivo lo destinen, a poder ser, a la creación de empleo en sus municipios.

 

Según distintas fuentes, el Ministerio de Hacienda y las entidades locales acordaron, en la reunión celebrada el día 16 de abril de 2013, en el seno de la Comisión Nacional de la Administración Local, permitir a las administraciones locales, que hayan tenido superávit el pasado ejercicio, destinar este remanente a gasto corriente e inversión. El acuerdo contempla la modificación del artículo 32 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, donde se contempla que «el superávit se destinará a reducir endeudamiento» para permitir destinar el superávit a gasto corriente e inversiones.

Este es el objetivo principal que plantea Izquierda Unida, crear empleo, por encima de cualquier otra cosa, y por tanto, del déficit y la deuda. Para salvar a las personas y no a los bancos, se deben destinar todos los recursos posibles a planes que palien la situación de desempleo que están sufriendo 55.900 vecinos y vecinas de la provincia. Ya no deben existir excusas, ni de leyes ni de voluntad política, para no poner a disposición de los planes sociales de empleo toda esta cantidad económica para este año 2013. No sería de recibo que se destinase este dinero a amortizar deuda cuando es mucho más urgente la situación de precariedad y pobreza que sufren miles de trabajadores y trabajadoras.

Es el momento de afrontar medidas de calado y valientes, que lleguen de verdad al ciudadano y que reviertan en éstos, a través de planes sociolaborales que fluyan en dos direcciones, la de crear empleo y la de mejorar el municipio en aspectos que beneficien a todos y todas.

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